Ciudadanos, las encuestas y la derecha fantasma

En las últimas semanas, tras las elecciones catalanas del 27-S, se han publicado sucesivas encuestas que pronostican espectaculares resultados para Ciudadanos, el partido de Albert Rivera. No han tardado en llegar las críticas a algunas de ellas, sobre todo a la de Metroscopia de octubre para El País, acusando al grupo PRISA de estar forjando una operación para impulsar al partido naranja para apuntalar al bipartidismo y frenar el ascenso de Podemos. Amén de numerosas imágenes y comentarios que circulan por las redes sociales, mejor o peor fundamentados, se han sumado a esta tesis periodistas como el director de Público, Carlos Enrique Bayo, y también destacados dirigentes de Podemos, como Pablo Echenique (el más contundente)Íñigo Errejón (menos explícito), e incluso el propio Pablo Iglesias, haciéndose eco del artículo de Bayo que citaba antes. Esto es llamativo porque Podemos siempre había mantenido una actitud bastante neutra ante los sondeos, sin echar campanas al vuelo cuando iban bien, ni entrar a cuestionarlos cuando iban algo peor.

Tengo pocas dudas de que el Grupo Prisa, como otras muchas empresas, tiene muchas esperanzas puestas en que Albert Rivera pueda aportar a PP o PSOE la estabilidad que ya les está garantizando en Andalucía o Madrid. Y tampoco me costaría creer que participe de una operación de apoyo y propaganda previamente diseñada. La cuestión que pongo en duda aquí, sin embargo, es si para contribuir a ello está inventándose o retorciendo datos sobre los pronósticos electorales. Mi sensación es que no, que simplemente se regocija comprobando que el globo naranja crece mientras el morado se deshincha.


Y baso esa impresión en dos argumentos. El primero es que es habitual que Metroscopia sea quien antes y con más pujanza se atreve a prever el auge de fuerzas emergentes. Así fue con IU y UPyD en 2013, y también con Podemos en 2014. Antes que nadie les situó como primer fuerza en estimación de voto durante meses, y después algunas otras encuestas (DYM, MyWord, Simple Lógica, Sigma Dos) se sumaron y reconocieron (con más o menos fuerza) que la tendencia existía. Eso mismo está ocurriendo estos días con Ciudadanos, porque tras Metroscopia otros muchos estudios empiezan a apuntar en el mismo sentido.

El segundo argumento es más de fondo y más preocupante: estaba bastante claro que esto "tenía" que pasar. ¿Realmente a alguno de quienes acusan de manipulación les sorprende que haya un sector del electorado huérfano que haya encontrado cobijo en Ciudadanos? ¿Le sorprende precisamente a la cúpula de Podemos, que tan bien supo leer cómo hacer lo propio por la izquierda? Quizá no, probablemente es argumentario para evitar que las bases se desinflen, o tal vez mera pataleta, a la cual todos tenemos derecho. Pero cabe también la posibilidad de que les haya descolocado comprobar algo que era bastante evidente, a la luz de los datos: que el eje izquierda-derecha sigue siendo determinante para el comportamiento electoral de la sociedad española. Ojo, no estoy hablando de comunicación política, de si hay que salir a la palestra con la bandera en ristre o bajo nuevas palabras y discursos calculados. Lo que quiero decir es que, a la hora de decidir su voto, de forma más o menos consciente, para la gente sigue siendo un factor decisivo encuadrar a los partidos más a la izquierda o a la derecha. Y por ello, del desangramiento del partido más votado por la gente de izquierdas se ha beneficiado Podemos y del desmoronamiento del partido que supo unir a la derecha sociológica ha surgido ahora Ciudadanos. Como siempre, habría muchos matices que poner, pero creo que nos entendemos.

No sé si lo dejé por escrito en este blog, pero en los últimos meses esbocé una modesta hipótesis sobre el "luto electoral". Como es sabido, el PSOE empezó a caer en las encuestas y en las urnas antes que el PP; de hecho, gracias a ello Rajoy es hoy presidente. Pero muy poco tiempo después de su investidura también el PP comenzó a desmoronarse. Sin embargo, aunque hubo un trasvase relativamente rápido pero tampoco excesivamente pujante hacia Izquierda Unida, la mayoría del voto que había perdido el PSOE tuvo que pasar un tiempo de "luto" hasta decantarse por una nueva opción. Es decir, que el grueso de quienes llevan años y años votando una opción necesita pasar un tiempo prudencial tras perder la confianza en ella declarándose abstencionista o indeciso. Se puede ver la serie de intención de voto para comprobar cómo el descalabro de PP y PSOE (desde abril de 2013 no sumaban un 30%) no suponía un incremento de similares dimensiones de ninguna otra fuerza, sino de la abstención y el NS/NC. Eso cambia, sin embargo, con la irrupción de Podemos, que sí encandila al grueso del antiguo electorado socialista, incluida la mayor parte de quienes habían empezado a coquetear con IU. El "luto" del electorado del PP, sin embargo, era todavía demasiado reciente... Pero era obvio que se estaba movilizando solamente una parte del espectro social y que no cabía esperar que millones de exvotantes populares se resignaran a optar entre la abstención o una súbita conversión al "podemismo". Su luto empieza a tocar a su fin, justo a tiempo para el 20-D.

Sin embargo, basta ver la imagen que ilustra este post para comprobar que por donde crece realmente Ciudadanos es por el centro. Claro, porque precisamente lo que se vuelve a movilizar es aquel votante medio en crisis del que hablamos en su día, en consonancia con el derrumbe por el centro del bipartidismo. Me diréis, entonces, que el auge de Ciudadanos nada tiene que ver con el eje izquierda-derecha. Pero eso supondría asumir, prácticamente, que en este país no existe la derecha sociológica y... en fin. Digo esto porque si atendemos a la serie histórica de autoubicación ideológica, desde hace al menos 20 años, en torno a un 30% de la gente se sitúa en lo que se ha venido a considerar el centro (5-6). Pero a la derecha de ese "centro", prácticamente no hay nada. Apenas un 10% se situaría en una derecha moderada (7-8) y no suele llegar al 3% el posicionamiento más extremo a la derecha (9-10). Por el contrario, entre un 25 y un 30% se ubica en el centro izquierda (3-4), y entre el 5 y el 10% en la extrema izquierda (1-2). ¿Acaso es este un país donde solamente hay centro e izquierda? Obviamente no, y por ello hemos de deducir que en ese 5-6 central de la escala se agolpa, como ya he dicho alguna vez, gente que simplemente no sabe o no quiere definirse, pero también mucha gente de derechas que prefiere definirse como más moderada. De entre los primeros y una pequeña parte de los segundos, algo consiguió pescar Podemos cuando no tenía rival en la "nueva política". Ya lo dijimos, el voto de Podemos era transversal... pero de izquierdas. Ahora, sin embargo, Ciudadanos es un voto mucho más cómodo para esa gente formada, culta, más bien joven, pero conservadora y de fuertes valores individualistas que ha engrosado el desencanto con la política.

Era cuestión de tiempo que esto pasara, no cabe sorprenderse ahora por las encuestas. ¿Que quizá Ciudadanos ha surgido en el momento justo con el patrocinio de quienes veían peligrar sus privilegios? Muy probablemente, claro, pero era bastante inocente pensar que no tendrían un plan B. Por eso nuestra incapacidad de armar algo mucho más potente en estos meses es imperdonable.

Comentarios

Nacho Minambres ha dicho que…
Y en Valladolid la cosa parece bien clara. Un bajón considerable de Podemos y un trasvase de votos considerable del PP (y algo de Podemos, como dices) a Ciudadanos y tenemos un 2+2+1 de libro en generales.
Salvo que el PSOE se recupere mucho a costa del batacazo morado y una renovada pasión por el voto útil (porque por IDV no está claro que el PP vaya a superar al PSOE).
Juan ha dicho que…
Hay que tener en cuenta que los datos que aparecen en encuestas son medias estatales, y que en el caso de algunos partidos, como el PP, hay oscilaciones muy importantes. Según el último promedio de sondeos el PP está en un 28%, pero teniendo en cuenta que en territorios tan importantes como Cataluña sus resultados estarán bastante por debajo, hay otros lugares donde debería sacar mejores resultados, y Valladolid sería un sitio muy propicio. Yo creo que el PP sí superará claramente al PSOE aquí. En un caso no tan extremo, si el crecimiento de Ciudadanos viniera más por un incremento de la participación y la atracción de nuevos votantes, abstencionistas, otros, etc. podría incluso darse la situación de un 3-1-1 sin forzar mucho los datos. Para un supuesto del 70% de participación (en la línea de mayo), pongamos que el PP se mantiene en unos 105.000 votos (34,7%), que fueron más o menos los que sacó en las autonómicas. Hay que tener en cuenta que en ese momento ya perdió muchísimos votos, que simplemente no fueron aún a Ciudadanos pero ahora podrían movilizarse. Pongamos que el PSOE saca 70.000 (23,1%), un pelín menos que en mayo. Y supongamos que Cs crece hasta sacar 36.000 votos (11,9%). Le bastaría con sumar al voto de mayo el que obtuvo Candidatura Independiente (los "falsos Ciudadanos"), sin necesidad de restar voto nuevo al PP. Con esa situación no tan descabellada, el PP mantendría sus 3 escaños y Cs sacaría el suyo a costa del PSOE. Podemos, quedando por detrás de los tres, como es previsible, quedaría fuera. Debería darse una situación casi de triple o cuádruple empate para que entren, siendo cuartos.
cascarrabias ha dicho que…
nadie publica encuestas desglosadas por provincias?