CIS: Vuelco electoral a golpe de crisis y baby boom

Me reprochaban ayer que no hubiera escrito sobre el CIS publicado el lunes, así que me pongo a ello; aunque ha abundado la información sobre el estudio, entrando en detalles (¡por fin!) más allá de la estimación de voto, pero la mayoría centrados en la irrupción de Podemos. Se han escrito bastantes tonterías, pero también algunas cosas interesantes, y en particular recomiendo este artículo de Pepe Fernández Albertos.

Aunque se limita a hablar de Podemos, y aunque yo carezco de herramientas y sobre todo de conocimientos para estudiarlo con tanto rigor, hemos llegado a algunas conclusiones similares. Las fundamentales son dos:
  1. La edad es la variable clave (junto con la formación) para entender los cambios del comportamiento electoral. Todas las demás variables deben compararse con ella para evitar llegar a conclusiones precipitadas. Luego me explico.
  2. Las tendencias que se están marcando van para largo. Tanto las que ya llevan tiempo apuntándose (caída del bipartidismo) como las más novedosas (emergencia de Podemos) no son flor de un día ni fruto de un cabreo pasajero.
Que el PSOE y el PP se desangran por una brecha generacional y educativa es algo que ya hemos comentado por aquí hace un año.  IU lograba entonces resultados muy notables, igualando o superando los resultados de PP y/o PSOE en las personas menores de 55 años y alcanzando buenas cifras entre los sectores más formados. Pero le faltaba el empuje que ahora ha demostrado Podemos, y ya comentábamos que el crecimiento de IU era muy moderado en comparación con la debacle de PP y PSOE y que, en todo caso, parecía poder aspirar a una victoria por incomparecencia del contrario. Estaba bien situada en las brechas que se abrían, pero no aprovechaba la amplitud de las mismas.

Podemos ha venido sin embargo a aprovecharlas en mucha mayor medida. Y lo que es realmente sorprendente, lo hace frenando el lento crecimiento de IU, pero sin llevársela por delante. Parecía que ese ritmo moderado en el ascenso podía indicar que no existía un gran hueco para las opciones alternativas, que recogían algo de voto desencantado de PSOE y PP pero no entusiasmaban, y que por tanto ese abstencionismo, tarde o temprano, podía volver al bipartidismo. Sin embargo, queda claro que no existe un techo de "bipartidismo latente" o no está tan abajo.

Las características del voto de Podemos son muy similares en la mayoría de aspectos al de IU e incluso en parte al de UPyD en el sentido de que es un voto muy joven, muy formado, muy interesado en la política y muy conectado a internet. Y en buena medida todos ellos son votos bastante interclasistas, aunque lo que hayan llamado la atención sean los resultados de Podemos. En mi opinión, los factores de edad y, secundariamente, nivel formativo, son los que determinan las tendencias en el resto de variables.

Así, entre edad y nivel de estudios hay una correlación fortísima y que cualquiera puede intuir. Es una tendencia especialmente marcada en nuestro país: hasta los 54 años, la mayoría de la población tiene nivel universitario, formación profesional o bachillerato. A partir de esa edad, la mayoría tiene solo primaria, secundaria básica o no tiene estudios. Y, en ambos casos, hay una correlación fortísima con el apoyo al bipartidismo, que es mucho más alto entre los sectores mayores de 55 años y con menor formación que se observa ya desde hace dos o tres años. La suma de PP y PSOE no llega al 20% de apoyo entre los menores de 55 y supera el 30% en el resto. Igualmente es superior al 30% entre quienes tienen primaria o ningún estudio, y menor del 20% entre quienes tienen bachillerato, FP o estudios universitarios. Y el voto tanto a IU, como a UPyD y muy particularmente a Podemos va exactamente en sentido opuesto: mayor cuanto más joven y más formada es la gente.

Téngase en cuanta que las personas mayores de 55 son, de acuerdo con la encuesta, un tercio largo de la población adulta (35,6%), mientras que quienes están entre 35 y 55 suman un 38,8% y la población entre 18 y 35 supone el 25,6%.

A la luz de estos datos hay que mirar el resto de variables. Es verdad que Podemos consigue apoyos muy destacados entre sectores muy variados y, a priori, poco esperables. Pero la correlación con edad y/o estudios de esos sectores es evidente. Así, técnicos y cuadros medios, empleados de oficina y servicios y lógicamente estudiantes son sectores bastante jóvenes y formados. Todo lo contrario que pensionistas, trabajo doméstico no remunerado o agricultores. El voto a Podemos es mayor entre los primeros que entre los segundos, pero cabe pensar que por cuestión fundamentalmente de edad. Lo único que llama más la atención es el apoyo entre empresarios, altos ejecutivos, etc. que es un sector menos joven, pero muy formado.

De esa manera, el apoyo por clases sociales llama la atención, porque el apoyo a Podemos o IU es mucho más equilibrado entre los distintos sectores, e incluso levemente favorables a las clases más pudientes que el del PSOE, por ejemplo. Sin embargo, conviene poner entre paréntesis las clasificaciones utilizadas, que no siempre se corresponden bien con las condiciones materiales de vida de la gente. Así, vemos cómo por ejemplo más del 46% de las personas que se clasifican como de clase alta o media-alta tienen entre 25 y 45 años, lo cual choca con nuestra percepción de precariedad e inestabilidad económica de la gente de esa edad. De hecho, en esas edades, los porcentajes más altos son los que les clasifican en clase alta o nuevas clases medias. Sin embargo, si echamos un ojo a los ingresos, observamos que (aunque existe un alto índice de personas que prefieren no decirlo) ni un 6% de la población afirma cobrar más de 1800 euros al mes. Incluso entre los grupos de empresarios, técnicos, cuadros, etc. ni un 10% dice ganar más de 2400 euros. Quién pillara esos sueldos, pero está claro que tampoco estamos hablando, por lo general, de personas millonarias, sino en muchos casos de profesiones liberales, pequeños negocios, funcionariado de nivel superior, médicos, etc.

De modo que lo que observamos en el caso de Podemos no es un voto radicalmente nuevo en su composición, similar a la de otras fuerzas ajenas al bipartidismo, sino una mayor pujanza y mejor conexión con esos sectores sociales que sin duda parecen estar buscando alternativas. No obstante, sí es de destacar la mayor penetración de Podemos en sectores ideológicamente diversos. Aunque tenga un apoyo mayoritariamente de izquierdas (es primera fuerza entre 1 y 3), consigue calar no solo en los sectores “centrados” (ya hemos indicado que en muchos casos no es un centro político) sino también más a la derecha, incluso en mayor medida que el PSOE, rebasando un techo que parecía imposible para cualquier opción de izquierdas (y Podemos es percibido por el electorado, de media, más a la izquierda que IU –ver pregunta 44  -). No obstante, tanto la izquierda como el centro (5) son sectores más jóvenes que la media, por lo que de nuevo este podría ser el factor determinante.

Por ello, quiero rematar el post con una reflexión que lleva tiempo rondándome la cabeza. Tengo la sensación de que, además del contexto de crisis (que sin duda condiciona el comportamiento electoral), entra una variable sociodemográfica en juego que puede explicar por qué este vuelco electoral, que creo que va a ir a más, se produce precisamente ahora.

En España nacieron, entre 1960 y 1980, más de 600.000 personas cada año. Fue una etapa de baby boom, que frenó en los 80 y 90, en los que nacían unas 400.000 personas de media al año. Toda esa generación está muy marcada, además, por el éxodo de sus padres, madres, abuelas y abuelos del mundo rural a las ciudades en las décadas previas. Es “la generación más formada de la historia”, pero que ya desde finales de los 80 se encontró con un desfase enorme entre su cualificación y las oportunidades reales de trabajar y en general de formar un proyecto de vida. Toda esa gente no ha podido pensar su vida en términos de emanciparse a los veintipocos, tener piso propio, un trabajo más o menos fijo e incluso si tiene cualificación, expectativas de hacer carrera laboral. Yo diría que el choque de un "baby boom" con acceso masivo a niveles altos de educación y un mercado laboral precarizado ha dado lugar a una frustración generacional que solo se palió durante años con el crédito barato y con ciclos expansivos de la economía que permitían que la precariedad fuera más llevadera porque al menos siempre había "algo". Roto el espejismo, la frustración generacional se vive colectivamente como un engaño y por eso hay una intuitiva respuesta contra todas las instituciones sociales, económicas, políticas, etc.

Por eso creo que no hay marcha atrás fácilmente en este cambio de tendencia electoral y que solo quienes sepan construir un proyecto y un relato que haga creer en una ruptura con lo existente, aprovecharán la ola del cambio.

Comentarios

José Alberto Novoa ha dicho que…
Brillante. Absolútamente de acuerdo con tu reflexión final. Somos parte de ese baby boom, hagamos boom.
Anónimo ha dicho que…
A la pregunta de recuerdo de voto en las Europeas los encuestados responden que podemos casi en doble de porcentaje que el resultado real. ¿Estará el universo estadístico sesgado? ¿O los encuestados han mentido como bellacos? El error de la encuesta se situaría en casi un 10%, vanos que es inservible.
Anónimo ha dicho que…
Pregunta 24a
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http://t.co/F6uJxDoRYZ
podemos: 12,2 (recuerdo) --> 7,79 (voto real)
Izquierda Unida (Izquierda Plural): 9,8 (recuerdo) --> 9,99 (voto real)
Juan ha dicho que…
El recuerdo de voto, en buena medida, sirve para corregir la intención directa de voto. Habitualmente, si por ejemplo el recuerdo de voto al PP era muy bajo se entedía que había un cierto "voto oculto", gente que no quería desvelar sus preferencias, y que por tanto al estimar un posible resultado habría que corregir al alza el número de gente que decía que votaría al PP.

No obstante, la situación actual es bien distinta y el hecho de que el recuerdo de voto a PP y PSOE fuera bajo las semanas antes de las europeas estaba indicando un desapego real de sus exvotantes. Igualmente, el recuerdo de voto alto con respecto a Podemos indica un importante efecto "Bandwagon", que es el que hace a la gente alinearse con la opción que se considera ganadora (aunque, como en este caso, no sea la vencedora). A veces puede ser irrelevante para las previsiones de voto, pero en casos como el actual, mi sensación es que indica que mucha gente no votó a Podemos en mayo pero hoy sí lo haría y por eso "miente".

Porque, por supuesto, la gente miente y suele hacerlo hacia lo que considera socialmente más aceptado. De hecho, todo el dato de recuerdo de voto es sesgado desde el momento en que recuerda haber votado un 56% de la gente cuando la participación no llegó al 46%. La gente dice que votó porque se considera que es "lo que debe hacer".

Para mí no convierte a la encuesta en inservible, sobre todo si no la miramos como si se tratara de una apuesta para adivinar un resultado futuro. Las encuestas sirven más bien para apuntar tendencias y la tendencia que indica ese recuerdo de voto es clara y a mi juicio muy positiva
pgb ha dicho que…
por un lado, teniendo en cuenta que dentro de unos meses tenemos municipales, podemos me parece que deberia aparcarse, dejando espacio para listas electorales de ciudadanos. tu eres de valladolid y cercano a iu, pero para mi la alternativa no partidista y renovadora es importante, y da espacio a la generacion del babi bum de la que hablas. creo que una candidatura que sume fuerzas distintas para municipios pequeños y con gran dominio bipartidista (gente de iu puede venir a apoyar si quiere) y cuanta mas candidaturas mejor en sitios grandes o con tradicion alternativa... no veo nada malo que cada concejal venga de una candidatura diferente. y podemos no estaba definido, y jugo a ello, eso le permitia pescar en muchos sitios... a medida que se vaya concretando y definidndo perdera algunos apoyos, aunque el efecto masa y caballo ganador le de otros...