CIS Julio 2013: IU y las victorias por incomparecencia del contrario

El barómetro del CIS de Julio de 2013 situó a Izquierda Unida por encima de la barrera psicológica del 10% en estimación de voto, por primera vez desde hace 16 años, y con el dato más alto de la serie histórica que recoge el CIS en su web: un 11,5%. Es un salto importante, de más de un punto y medio desde Abril, sobre todo teniendo en cuenta que el CIS ha recogido una progresión mucho más lenta de IU que otros institutos demoscópicos, y apenas le otorgaba una subida de dos puntos desde enero de 2012. Pero no deja de ser algo relativamente anecdótico, pues al fin y al cabo no es más que una estimación.

Como he apuntado otras veces, me interesan mucho más los datos en bruto, sin cocina. En ellos, se muestran tendencias interesantes, como las que he analizado en otro post. Se observa un incremento en el apoyo a IU en ciertos sectores, notable en algunos casos, pero en ningún caso un ascenso meteórico. Si IU tiene opciones de dar el "campanazo" electoral, parecen pasar más por la hecatombre de sus principales rivales que por un exitazo propio. En primer lugar, porque el impresionante incremento de la abstención se ceba con sectores sociales que han cimentado el bipartidismo, como he comentado, y eso hace crecer el porcentaje de voto a IU sin necesidad de ampliar mucho su electorado. Y en segundo lugar, porque la caída de PP y PSOE es vertiginosa y solo resisten gracias a ciertos nichos muy fieles, lo cual hace posible superar a alguno de ellos sin alcanzar grandes porcentajes de voto.

Esto, sin embargo, no es novedoso en las crisis de sistemas de partidos. Por hablar del caso más cercano y reciente, del que ya he hablado, el primer éxito electoral de SYRIZA en Grecia lo cosechó con un exiguo 16,8%, un dato poco por encima de lo que algunas encuestas auguran hoy para IU (Metroscopia, GESOP, Celeste-Tel, Sigma Dos). Lo que le hizo catapultarse en apenas dos meses 10 puntos por encima de esa cifra fue el hecho de que el PASOK se quedó aún más abajo, en el 13,2%. Por tanto, no es raro que los cambios electorales se produzcan a partir de resultados modestos y en contextos de baja participación (las elecciones de 2012 en Grecia fueron, con mucha diferencia, las de mayor abstención de los últimos años).

Sin embargo, eso no quiere decir que algo así vaya a ocurrir aquí. Por más que el PSOE esté en horas bajas y siga perdiendo apoyo a pesar del desgaste del PP, no parece fácil que pierda su segunda plaza. Solo cabe pensar que pueda ocurrir algo así en el contexto de unas elecciones europeas, con bajísima participación y tendencia al voto de castigo. Pero eso es mucho pensar, por ahora.

Veamos qué nos dicen de IU los datos de los últimos barómetros del CIS. Ha de tenerse en cuenta que el número de respuestas con las que se trabaja al limitar la muestra a quienes dicen que votarán a IU se reduce mucho y resulta más complicado ver tendencias marcadas, hay más altibajos:
  • En fidelidad, tuerta en el país de los ciegos: En enero de 2012, el electorado de IU era el más "arrepentido", puesto que "solo" un 76,6% de quienes la habían votado en noviembre decían que repetirían. En PP, PSOE y UPyD las cifras eran ligeramente mejores. Sin embargo, en año y medio, la cosa se ha dado la vuelta, e IU es quien está en primer lugar en fidelidad de voto. Esto, sin embargo, es engañoso, ya que la tendencia a la baja de IU es también muy notable. Es habitual que a lo largo del mandato se incremente el porcentaje de gente que se replantea su voto, pero el desplome de PP y PSOE en este sentido es extraordinario; sin embargo, ese dato desastroso no oculta que el de IU no es bueno. Debe estar muy vigilante ante el flujo constante de su electorado hacia otras opciones, aunque es cierto que es poca la gente que se decanta firmemente por la abstención y no hay flujos importantes hacia otras siglas. Sin embargo, el voto de IU sí obtiene un trasvase importante desde quienes no votaron en 2011 y, sobre todo, de quienes lo hicieron por el PSOE (casi el 23% de los nuevos votos, lo que supone varios cientos de miles). Pero, aunque el PSOE pierde casi 55 de cada 100 votantes, IU solo cautiva a 9 de ellos. Es una cifra baja, aunque hay que verla con un poco más de detalle.


  • Lentísimo crecimiento en intención de voto: IU apenas ha subido dos puntos en este año y medio en intención directa de voto. Ello, a pesar de que entre PP y PSOE han perdido casi 25 puntos. Tampoco es UPyD quien lo rentabiliza, ya que apenas ha subido un punto, a pesar de que es el PP quien más se "desangra" y es la opción que más lógicamente podría recoger ese voto. A pesar de que hay un flujo importante desde PSOE y PP a IU y UPyD, respectivamente, sus propias fugas aminoran sus posibilidades de crecimiento, y son el voto en blanco, la abstención y el sector indeciso quienes aumentan a marchas forzadas. Es cierto que, a la vista de los datos, solo gracias a una importante abstención podría multiplicarse el porcentaje de voto final de IU y UPyD. Pero el escenario es tan impredecible que, en mi opinión, resulta muy aventurado afirmar que todo ese voto irá a parar a las formaciones mayoritarias en caso de movilizarse, como apuntaban por ejemplo en El País. En esa enorme masa de millones de personas, alimentada en gran medida por sectores sociales tradicionalmente no abstencionistas, hay mucha gente que no es la típica persona que oculta sus preferencias por miedo o vergüenza, o poco formada políticamente y que votará siguiendo "la corriente". En primer lugar, porque la corriente hoy está de lo más revuelta, y en segundo lugar, porque hablamos de un volumen de abstención, voto en blanco e indecisión, suficiente para incluir a personas suficientemente formadas políticamente que podrían movilizar su voto en clave de castigo. En cualquier caso, como apuntábamos antes, a pesar de ese lento crecimiento, el desmoronamiento del bipartidismo es vertiginoso y las curvas de unas y otras opciones tienden a converger en porcentajes muy bajos.


  • Estabilidad en una izquierda al alza:  El crecimiento de IU proviene, como no podía ser de otra forma, del electorado de izquierda. Pero, aunque en el anterior post se mostraba su avance en términos relativos frente a otros partidos (PSOE fundamentalmente), no se observa un crecimiento notable, sino más bien la estabilidad en torno a un 30% del voto de extrema izquierda (1-2) y algo por encima del 10% en el voto de izquierda moderada (3-4). Pero ha de tenerse en cuenta que ha habido un significativo escoramiento del electorado hacia la izquierda desde enero de 2012: la izquierda ha pasado del 33% al 36% del electorado, el centro ha bajado del 33,3% al 31,7%, y la derecha, del 15,6% al 13,1%. De modo que esa estabilidad en los porcentajes supone un crecimiento real, dado que el "trozo de tarta" aumenta. 


  • Poca influencia de clase en el voto: Como en el caso anterior, los datos relativos que quedaban reflejados en el anterior post son engañosos. Aunque IU mejora claramente su posición relativa en varios sectores sociales, el crecimiento real es bastante más moderado. Aún así, parece que sí hay un crecimiento lento pero sostenido entre las clases obreras y las nuevas clases medias, unidas a una consolidación de buenas cotas de apoyo entre lo que el CIS denomina clases altas, como ha venido siendo habitual. Las nuevas clases medias son, por así decirlo, una batalla perdida. Es posible, sin embargo, que estos datos se entiendan mejor a la luz de los cruces de edad y, sobre todo, de estudios. Es decir, que seguramente el avance de IU se produce en las distintas clases sociales entre gente joven y con mayor formación, dado el retroceso del PSOE en esos sectores.


  • Al alza entre primeros votantes y edades "maduras": observando el voto de IU en función de la edad, se sacan pocas conclusiones. Como antes advertía, el escaso tamaño de la muestra y el breve espacio de tiempo analizado provocan mucha irregularidad en los resultados. Aún así, es posible sacar alguna conclusión. Hay dos sectores que han venido siendo bastante estables: IU saca buenos resultados entre la población joven, pero no "excesivamente joven" (a partir de los 25 años) y malos en la de edad más avanzada (más de 65 años). Precisamente en esos sectores, los resultados de IU varían menos: entre los 25 y los 44 años se oscila entre el 8% y el 9%, mientras que a partir de los 65 rara vez supera la barrera del 4%. Sin embargo, tanto en el voto muy joven (de 18 a 24 años), como en los sectores "maduros" de los 45 a los 64 años, IU obtenía resultados más discretos y ahora se observan las subidas más importantes (aunque irregulares). A todo ello, hay que añadir el análisis comparado con otras fuerzas políticas, como en los casos anteriores. Y lo que muestra fundamentalmente, es que IU está fuerte en los sectores de edad donde más se desgasta el bipartidismo, llegando a adelantar al PP entre menores de 35 años y a estar a la par de ambos en todos los tramos de edad menores de 55 años. 


  • Un voto muy formado: atendiendo al nivel de estudios, de nuevo los resultados son algo irregulares, pero con tendencias más estables. No hay subidas ni bajadas pronunciadas, salvo en el sector de población con estudios universitarios, donde hay una moderada subida que ha llevado a IU a ser la primera fuerza en intención directa de voto. En el resto de sectores estabilidad total: buenos resultados entre quienes han cursado secundaria o FP, malos resultados entre quienes no han estudiado o solo hicieron primaria (normalmente gente de edad avanzada). Como ya comentamos en el anterior post, solo en estos sectores menos formados se mantiene una clara tendencia bipartidista. En los otros tres, hay igualdad entre al menos tres opciones, pero en torno a valores de apoyo muy reducidos.

 
En resumen, hay dos conclusiones básicas que pueden sacarse:
  1.  Que el crecimiento de IU es bastante moderado, en comparación con la debacle de PP y PSOE. Seguramente tiene aún margen para el crecimiento en la izquierda, pero dado que en ese ámbito se ubica poco más de un tercio de la población y hay múltiples partidos que compiten por ese electorado, incluso llegando a ser la primera fuerza del mismo, aspira a resultados modestos, si no recoge ningún apoyo de "centro". Eso no supone la necesidad de moderar el fondo de su discurso ni modificar su programa, ya que como he indicado, ese centro en muchas ocasiones responde más a sectores poco politizados a los que les cuesta "etiquetarse", pero que pueden coincidir con reivindicaciones concretas. Pero es posible que IU tenga un "estigma" importante para llegar a esos sectores.
  2. Que, a pesar de ello, parece estar en mejor consonancia con el "movimiento tectónico" de fondo que parece detectarse. Tiene mayores apoyos en aquellos sectores sociales en los que parece haber cambios drásticos de comportamiento electoral, en los que se abren brechas significativas. Teniendo en cuenta que las tendencias abstencionistas son más fuertes entre el electorado "más bipartidista" es posible que IU pueda conectar con sectores más fácilmente "activables" electoralmente.

Comentarios

cascarrabias ha dicho que…
tengo algun tipo de problema con los graficos. no se si no los entiendo o hay un problema con mi ordenador o el problema es del blog... para mi el problema podria ser que una parte del potencial electorado no esta cansado del bipartidismo, sino de todos los politicos que ha conocido, del sistema de partitocracia, corrupcion, clanes y dedazos, al que IU no es ajeno, y estan defraudados. esto podria explicar el crecimiento de la abstencion y la caida de los partidos mas grandes, menos a IU porque su electorado no votaba a una alternativa de gobierno... ahora el voto contra el pp puede revertir en IU en lugares donde esta adelantando al psoe en las encuestas, como en madrid...