Copypaste estival

Y si hay un tío que escribe más y mejor desde Zahara de los Atunes entre mojito y mojito que tú entre papeles y con poco trabajo ¿qué le vas a hacer? Pues nada: reconocerlo, tenerle envidia y darle difusión desde tu blog a un comentario imprescindible, para que no se nos olvide cuáles son nuestros derechos:

El subsidio de desempleo no es un regalito gubernamental que se da a las personas que las estén pasando putas por no encontrar trabajo. Es un derecho que varía en función de cuánto haya cotizado uno a la Seguridad Social (...) Cuando uno entra al mercado laboral muchas veces lo primero que hace es apuntarse al paro, aún sabiendo que no tiene derecho al subsidio porque no ha cotizado nada: si no has pagado, no cobras. Pero eso mismo le da derecho a uno a rechazar cuantas ofertas le lleguen si, por la razón que le pase por las meninges, no le apetece aceptar la oferta que le hagan.


¡Pero no me seais vagos! Leedlo entero aquí, leñe.

Comentarios

k ha dicho que…
como siempre, no estoy de acuerdo.
No me gusta como esta planteado. El subsidio de desempleo como una merecida recompensa por haber cotizado...
no, no y no.
Yo defiendo el salario basico, creo que en una sociedad desarrollada como la nuestra es algo que se debería implantar. O en su defecto, y aunque me tachen de sovietico, unos minimos garantizados por el estado (techo, comida, ropa... lo que ahora dan las organizaciones religiosas, a quien quieren y con las condiciones que les da la gana, pero puesto por el estado, que somos todos).
Pero eso de un subsidio como recompensa por haber trabajado suena a meritocracia, a cada uno segun le corresponda... yo defiendo que a cada uno segun necesite, el estado deberia servir para corregir defectos del sistema capitalista, no para apuntalarlo y ayudarlo...
un saludin
k
Juan ha dicho que…
Como siempre, con ganas de no estar de acuerdo, si me permites la broma ;)

Quien ha escrito ese comentario está respondiendo a una propuesta concreta, a un globo sonda de un ministro. Y está reaccionando ante una situación en la que se está instalando la creencia de que, en situación de crisis, cualquier dinero que sale del Estado puede recortarse alegremente. Hugo nos recuerda que no es como, por ejemplo, la ayuda al alquiler. Hace un par de años se abre una línea de subvenciones, que se puede cerrar. Pero el subsidio no es una ayuda "unilateral" del Estado, sino parte de un pacto.

Eso no quiere decir que se defienda ese como el mejor modelo posible. El artículo de Hugo es en clave de resistencia, porque se están atacando frontalmente los pilares del pacto de posguerra en el que, como dice Domènech, el movimiento obrero renunció a la idea de libertad republicana (basada en la aseguración de unos mínimos materiales garantizados) a cambio de seguridad en el empleo y bienestar material participando del crecimiento económico.

Podemos hacer una crítica a ese pacto de posguerra y, sin querer hablar por otro, estoy seguro de que Hugo coincidirá. Y en una propuesta de salario universal garantizado, renta básica o como lo queramos llamar, sé que también.

Pero hoy se trataba de hablar de otra cosa, hombre, que ya son ganas de llevar la contraria, jejeje.