Que dios nos coja confesados

Supongo yo que nuestro alcalde es, roces con Villanueva aparte, un hombre de partido. Y como tal, doy por hecho que es también de los que piensan que lo de Educación para la Ciudadanía sirve para adoctrinar a la chavalería. Diga usted que sí, don Javier, los valores los enseña la familia o, en su defecto, el catequista o el párroco de guardia, como toda la vida; y para lo que tenga que ver con la política, mejor no meterse y dejarlo a los políticos. Ya lo decía Fraga: fijaos si la política es cosa fea que hasta a los suegros se les llama familia política. De esos asuntos, mejor no hablar al personal; salvo cuando interesa, claro.

Porque cuando don Javier va a hablar a chavales de la ESO del fabuloso avance que supone la llegada del AVE para la ciudad, no adoctrina: está rindiendo cuentas ante la ciudadanía. Y no solo eso: suple las carencias del profesorado acomplejado por tanta LOGSE y tanta adaptación curricular, y mete al personal en vereda. "Quien rompa una farola va a pagar diez", les advirtió, ya que ha dado la orden de subir "escandalosamente" las multas de la Ordenanza antivandalismo; "Que Dios les coja confesados", sentenció. No sabemos si le explicaba al alumnado marista lo que va a hacer con los incivilizados vándalos de barrio o amenazaba veladamente a más de una oveja descarriada que sale de los colegios de pago (de pago con dinero público, vía concierto, claro está).

El caso es que da un poco de susto eso de que tu alcalde te venga a ver al cole en tono amenazante. Pero la verdad es que por lo menos este, en esta materia, va de frente. Y si asusta, es con su propia amenaza. Hay otros que amenazan con el enemigo: los propios del PP cuando machacan todo el día con ETA, o cuando nos sumaron a la caza de terroristas a cañonazos en Afganistán de donde Zapatero, fíjate tú por dónde, no nos ha sacado. Pero en temas menos trágicos, en lo electoral, predomina también el aspaviento interesado a la caza del voto: ya sea alertando del proyecto extremista de ZP o resucitando al doberman.

Ayer le eché un ojo a la guía de campaña del PSOE: este tipo de documentos tratan de simplificar mucho mensajes complejos, a veces directos y a veces lanzados a nuestro subconsciente. Uno lo sabe, incluso estudió un poquito sobre semiótica, pero no puedes evitar, como ciudadano, sentirte insultado si lo lees al pie de la letra (sobre todo a partir de la página 22). Rajoy tonto, malo, carca, soso, facha; Zapatero majo, guapo, listo, moderno, molón. Rajoy niega el cambio climático y Zapatero está comprometido con todo, desde la paz en Oriente medio hasta la supervivencia del mono titi. Bondad y buenrollismo a manos llenas, como Bono.

El asunto, y lo dicen abiertamente (p.25), es polarizar: o gobierna Zapatero o vuelve la caverna. Que no se escape ni un voto. Recuérdalo, como al final gobierne la derecha será culpa tuya: ¿podrás seguir durmiendo con eso en la conciencia? Y aún así, pese al eterno discurso del voto útil, hace cuatro años aún 13.000 personas no cedían al chantaje y seguían votando IU por estos lares. Y unas cuantas más a otras opciones de izquierda. Nunca estuve de acuerdo con aquello de las dos orillas, pero está visto que cada vez más intentan que esto de las elecciones se convierta
en el capítulo de Futurama en el que competían John Jackson contra Jack Johnson.

Comentarios