Olano, el terrorista perseverante

Vamos a ver. A mí el Juan Mari Olano me parece una bestia parda y un tío políticamente peligroso. Y quizás no solo políticamente. Además le tengo especial inquina porque durante el "proceso de paz" ha sido de los que más se ha salido del tiesto, por si les hacía falta a los otros que les animaran a hacer insensateces. Pero que por pasearse con una pancarta a uno le puedan meter en prisión preventiva, me parece una barbaridad.

Vale, vale, he simplificado un poco las cosas. Es cierto que era una manifestación no permitida convocada por una organización ilegalizada. Esto es así porque hay una ley y una sentencia judicial. Bien; yo considero legítimo practicar la desobediencia civil ante leyes que a uno le parezcan injustas. En ese sentido, entiendo que la gente que convocaba tira adelante, sabiendo que ello puede tener consecuencias, como las tuvo, y asumiéndolas. Es parte de la protesta en sí, o así me lo enseñaron a mí; como iban a la cárcel los insumisos; y como digo yo que tendrán sus consecuencias negativas los pobres chavales a los que sus padres les han hecho objetores de Educación para la Ciudadanía.

Hasta aquí de acuerdo, y seguro que el tal Olano también (este asunto lo ha practicado mucho esta gente). Pero el caso es que ahora piden prisión preventiva para él no por el asunto de tirar para adelante con una mani no autorizada (que conllevaría una multa o algo así), sino por, atención, "reiteración del delito de pertenencia a banda armada". Delito por el que, por cierto, aún no ha sido condenado. Y digo yo: ¿cómo narices se puede reincidir en la pertenencia a una organización? ¿Cada cuánto tiempo se reincide? ¿Cada día cuando uno se levanta, o cada hora que pasa sin ir a darte de baja? Vamos, pensaba yo que ese tipo de delitos sólo se podían cometer una vez.

Además, hablar de reiteración del delito, presupone que en su día lo hubo. Me juego el pescuezo, tal y como está la ley (y la situación política, que ya hemos visto hasta qué punto influye), a que en la causa pendiente le encuentran culpable. Pero, hombre, lo de mantener la presunción de inocencia nunca está de más.

Entonces, a este hombre, ¿por qué le han detenido? ¿Por mantener la convocatoria de una marcha ilegal, o por pertenencia a banda armada? Si es por lo segundo, no entiendo yo que cuando uno ya está siendo juzgado le detengan por "seguir pertenenciendo a banda armada". ¿Había riesgo de fuga o algo así? Si era así ¿por qué no hubo una orden de detención expresa, sino que le agarraron por el cuello como a un conejo, pancarta en mano?

Visto lo visto, y vistos los palos que se repartieron antes de que hubiera incidentes (que muchos por el otro lado andaban buscando, casi seguro), estoy convencido de que el asunto tiene una intención ejemplarizante. Pero quizás alguien debería plantearse que el ejemplo que se da con ello es el perfecto para que los duros, cínicamente, digan a sus muchachos: "¿veis cómo nos tratan los txakurras sólo por manifestarnos?. Por eso hace falta la lucha armada".

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
tres días sin venir por aquí. Vaya fiestas nos pegamos...
;)
Bender ha dicho que…
Acertado análisis judicial del asunto. Lo que hay aquí es un problema estructural, fundacional, insertado en la raíz... Cuánto más pasa el tiempo, más se enquista.

De ETA no hablo porque se desacredita a sí misma pero el Estado ¿Tiene voluntad de solucionar esto? En la tregua no hizo NADA. Hasta se jactaba de no acercar presos como el PP...
Anónimo ha dicho que…
Vamos Juan, que se echan de menos tus entradas!!