La avaricia rompe el saco

Hoy voy a ir a ver al Valladolid en su primer partido en casa tras volver a Primera División. Parece que con la temporada que hizo el año pasado, la ciudad se ha volcado y está consiguiendo un número de abonados histórico. Pero antes de que se me ahuyente el personal, este apunte no va de fútbol. Eso se lo dejo a Paco, que sabe más.

La cosa es que voy gracias a que me han regalado un par de invitaciones; el club regala a las instituciones, y en la Diputación un par de ellas cayeron al grupo de IU, y me las ofrecieron por si me apetecía ir. Como otro buen amigo de IU y gran futbolero también quería ir, pensábamos ir juntos, con el único inconveniente de que le tocaba cuidar de Diego, su hijo. Pero bueno, pensamos que o bien podría pasar gratis (tiene 6 años) o la entrada sería barata. Al fin y al cabo, si un abono infantil para toda la temporada cuesta 37 € en Tribuna, la entrada de un partido no podía salir muy cara.

Pues resulta que miro en la web y a un chaval o chavala le cobran 35 € por ir a ver al Depor; 2 € menos que por ver toda la temporada. Estoy seguro de que Joaquín no es la única persona que se lleva a la prole al estadio, sea para que disfruten o por no poder dejarles en otro lado. Y estoy convencido de que el club sacaría mucho más poniendo esas entradas más baratas, pues así nadie dejaría de ir, como ha tenido que hacer Joaquín. E incluso, haciendo un alarde de visión a largo plazo, tan poco común en nuestro mundillo empresarial, podrían pensar que los chavales cogerían afición por ir al estadio. Vamos, que para mí que están perdiendo pasta.

En ese momento es cuando se te quita de la cabeza la tonta emoción de apoyar al equipo de tus amores, y te das de morros contra esa empresa que solo busca el beneficio aquí y ahora. La misma que chantajeó a toda la ciudad amenazando con vender la plaza de Primera División a alguna empresa de otro lugar, con el propósito de forzar a Ayuntamiento y Diputación para que le facilitaran una operación urbanística. O quizás no hubo que forzarles tanto y lo único que hacían era preparar a la opinión pública para que alabaran la actuación de las instituciones.

Joaquín, que además de futbolero es un gran articulista, escribió en el periódico unos párrafos certeros en aquella ocasión.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
De acuerdo con lo que joaquín es un gran articulista.
Firmado:
Joaquín

P.D. Jejejeje