5400 millones de euros que sobran

Todos conocemos casos de padres (más que madres, pero quizás alguna también) que, no sabiendo cómo tratar a sus hijos, optan por intentar ganárselos tirando de billetera. Ayudar con los deberes, hacer que se laven los dientes o intentar que cojan un libro es una tarea mucho más desagradecida y, seguramente, difícil. Es mejor despreocuparse de ellos toda la semana y, al llegar el sábado, soltar unos cuantos euros y limitarse a recibir besos.

Los gobernantes suelen hacer cosas similares, pero normalmente a golpe de inauguración: hacer un trabajo de hormiguita para mejorar la movilidad, preocuparse por el detalle y no por la obra fastuosa es mucho menos vistoso que hacerse la foto delante de alguna inversión llamativa dejada convenientemente para última hora. Lo otro es gasto invisible, poco valorado electoralmente. Pero a Zapatero no le ha bastado con inaugurar AVEs. Y, como el padre que malcría, ha preferido tirar de talonario.

Esto del Estado que reparte beneficios cuando tiene superávit no lo conocíamos; o, como recuerda Pablo, se lo conocíamos solo a Bush. Y si, como dice el presidente, el ahorro es de todos, quizás cabe temer que el endeudamiento también lo sea y cuando vengan mal dadas toque hacer una derrama a lo Aquí no hay quien viva. Arsenio Escolar lo ha clavado hoy.

Ya ni siquiera son ayudas concretas para un fin. Sigo sin ver bien ni el cheque-bebé ni la ayuda al alquiler, porque el Estado debe garantizar los derechos, no dar la propina para que te los compres. Pero es que esta vez ni siquiera es con un fin concreto, sino directamente para que nos lo pulamos. Parece evidente que preocupa la caída del consumo y hace falta que el personal se dé una alegría: porque difícilmente podrán convencer a nadie de que 400 € da para mucho más, cuando la ayuda va para quienes declaren, dejando fuera a los sectores con menos renta que no tienen obligación de hacerlo.

Aparte de su carácter electoralista, demagógico, no progresivo... lo que más merece la pena resaltar es el terrible mensaje que lanza. Todo está cubierto, todo está bien. En los presupuestos de 2008 no hay ni una sola partida que merezca ser incrementada. Vamos sobrados, y ya que hemos sido buenos ahorradores, repartimos lo restante. Entre 13 millones y medio de personas: 5400 millones de €, casi un billón de pesetas. Para que nos hagamos una idea, la partida para universalización de la escolarización de 0 a 3 años que nos costó bastante esfuerzo arrancar, supone 100 millones de €. Con 54 veces más dinero, ¿no podríamos sacar mucho para esto o el resto de servicios públicos?

Sinceramente, me cabrea muchísimo un anuncio como este. Solo espero que cuando llegue algún debate en campaña no vengan los candidatos socialistas a proponer que van aumentar la inversión pública en tal o cual materia: no tienen credibilidad, ya ni siquiera les vale el argumento de que se llega hasta donde se puede. No estamos hablando ya de que el Estado se endeude ni de aumentar la presión fiscal para afrontar gastos: solo de coger esos 5400 millones de € y hacer gasto público y no un reparto tirando a caciquil. Como no es así, supongo que defenderán estas semanas que no hay ninguna carencia en ningún ámbito, ningún nuevo plan que poner en marcha, ninguna inversión insuficiente. Allí estaremos para rebatirlo.

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